La propuesta de arquitectura contemporánea, que conjuga aspectos locales –formales y materiales– con un estilo europeo, se resuelve a través de tres ejes interrelacionados entre sí que son: funcionalidad, diseño innovador y comodidad. La funcionalidad parte del concepto de edificio de baja altura y alta densidad, brindando diferentes posibilidades de vivienda para acoplarse a las necesidades de cada familia y de una sociedad en constante evolución. Además, se ha logrado optimizar el uso de áreas comunales y de circulación horizontal y vertical, para ofrecer la mayor cantidad de metros cuadrados exclusivos y reducir costos de alícuota al no tener espacios residuales o disfuncionales ni grandes áreas de mantenimiento.